Viernes, 10 de mayo de 2019

A la salida del trabajo pasé por la peluquería de la galería de Óptica Río. Entré, saludé, y el tipo, después de estar un rato con el celular, simplemente señaló la silla. Me resultó muy desprolijo y antipático. Me cobró $230 y le dejé $250. "Así está bien" le dije pero mi mente pensaba "metete el cambio en el culo".