Jueves, 28 de marzo de 2019

Estaba todo muy normal en el Ministerio y de repente se apagaron las luces y la gente empezó a correr y a gritar. Se escucharon detonaciones y el pánico era total. Aparecieron policias con tubos de luz violeta. La gente empezó a mostrar sus manos y yo, que tenía guantes, me los saqué para demostrar que no ocultaba nada. De repente la gente empezó a gritar más fuerte y sentí la presencia de personas invisibles que nos atacaban. Me desperté y fui a trabajar al Ministerio.